Es lo que hacemos todos: nos lanzamos, y esperamos poder volar.
Porque si no es así, caeremos como piedras. Y durante la caída nos preguntamos:
¿se puede saber por qué he saltado? Pero aquí estoy, cayendo. Y sólo hay una
persona que puede hacerme creer que vuelo: y eres tú.
Pd: ¡Chicas esto no es mio! pero me gusta demasiado para no enseñarlos a vosotras... Un besazo a todas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario