"Éramos como una canción vieja que te gusta y vuelves a reproducirla cuando ya te habías olvidado de ella"

Historias

jueves, 10 de enero de 2013

17. Ultimo día.


"Un te amo no cuenta después de un adiós"


Tenía en la boca ese mal sabor que provoca no haber conseguido lo que has ido a buscar, también podría haberlo llamado Eve, aunque en verdad lo que aún tenía en la boca era la saliva de Jim. Sinceramente, ahora mismo eso me importaba poco. Por lo que era un poco irónico que fuere en ese mismo autobús que hace cuatro días, sola. Mire el reloj preocupada y cerré los ojos intentando no pensar mucho en lo que me había sucedido. ¿Me había enamorado de Jim? NO, NO Y SI. Era tan difícil de amar y de odiar. Aunque nuestra relación se podía comparar con el encuentro de dos personalidades es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman. Y esto es lo que nos había sucedido a los dos. No éramos los mismos del principio aun que nuestro orgullo si lo fuera.  Tenía agarrada la mochila negra que me había acompañado todos estos días cuando me sonó el móvil. Era el.

- ¿Jim?
- Si, ¿Estas bien? ¿Has leído la nota?
- Si… no pasa nada.
- ¿Estás en el autobús?
- Claro, tú… no te preocupes, ve a ver a tu hermana.

Oí como suspira y me colgó con un cariñoso adiós ¿Qué había sido del insoportable Jim? El obviamente no había aceptado mi trato es más me había llevado a nuestro hotel y me había abrazado toda la noche en el sofá sin decir ni una palabra. Y entonces es cuando supe que algo había ido mal. Y entonces todas las piezas encajaron. El y Eve se habían visto. Eran las tres de la mañana cuando se lo pregunte.

- ¿Te has encontrado con ella en la discoteca, verdad?
- Ella… - me miro con la misma mirada que cuando me confeso que su hermana estaba enferma – solo quiero que sepas que tú nunca ha sido mi segundo plato.
- Cuéntamelo todo – susurre mientras sentí su aliento en mi mejilla y luego descanso su cara en mi pelo.
- Cuando te largaste después de que te gritara, me sentí como una mierda, por todo. Era como si hubiera vuelto a la realidad. Mi padre no me quería cerca de Eve porque ella nunca ha sido buena para mí, pero  Eve era como el chocolate todos sabemos que engorda pero todos comemos. Me había enamorado, yo la quería, hubiera hecho cualquier cosa por ella, pero el problema es que Eve nunca había hecho nada por mí. Yo antes tenía muchos amigos, pero fue verla a ella y todo mi mundo se centró en Eve… y luego se fue – tomo aliento e intento examinar mi reacción – pase dos años echándole las culpas a mis padres y luego mi hermana enfermo, intente buscar a otra… pero no había nadie como ella. Quieres ayudarme pero no puedes, TÚ NO PUEDES.
- Si me digieras cuál es tu problema.
- ¿No es evidente? – dice apartándose un poco para mirarme a los ojos. – tu.
- ¿Cómo? ¿Yo soy tu problema?
- Más bien al revés…
- No te entiendo.
- Yo no quiero ser tu Eve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario