No soy de la
clase de personas que prometen cosas que luego nunca se cumplirán, ni de esas
que cierran los ojos para evitar el sufrimiento. Cuando era pequeña me
enseñaron a que la vida es dura y solo aprendes dándote con ella de bruces.
Sinceramente, creo que en caernos todos somos expertos aunque en cambio muy
pocas personas saben cómo levantarse sin mirar atras. No me
considero alguien fácil de conocer ni mucho menos de entender… pero hoy no
quiero trabarme con ningún trabalenguas, no quiero no reconocer las huellas que
dejo al pisar en las aceras ni perder la cabeza por algo que no conseguiré. No
me sonrías, no me evites, no me hables, no me ignores… no me hagas sentir que
lo estoy haciendo mal.
¿Dónde está
lo correcto? ¿Porque lo estropee todo?
Cuéntame tú
que…
Como un
torbellino; como una luz que nace de las oscuridades, te metiste debajo de mi
piel haciendo destrozos y escribirte es mi último recurso. Contarte que lo
siento, que me perdones, que lo hice mal, que soy insoportable…. escribirte
sobre algún papel arrugado que no soy la clase de persona que le gusta
disculparse y aquí estoy, intentando hacer una lista de todo lo que me arrepiento para volver a ver una vez más como abres tus negras pestañas cada mañana, como
te gusta regalar sonrisas, como te encanta mirarme en esos incomodos silencios,
como sueñas con los ojos cerrados y me
dejas de cada día algo que recordar.
No necesito
que digas nada para saber que esto no es suficiente.
No necesito
que susurres ningún nombre para entender que lo nuestro se acabó.
No necesito que
hoy cuando te mire a los ojos, cruces los dedos como solías hacer cuando ibas a
decirme alguna mala noticia.
No necesito
volver a recordar todas las normas que me enseñaron de pequeña.
No necesito
que la vida me vuelva hacer caer para saber que con esto aprenderé.
No necesito
cerrar los ojos para ver que estoy en un callejón sin salida.
No necesito
nadie me diga que hice mal todo lo que pude hacer mal contigo.
No necesito
aceptar que volví a trabarme con el mismo trabalenguas.
No necesito
reconocer que volví a perder la cabeza por algo que no conseguí.
…. porque
hay un día, un lugar y un momento en el que entiendes que esta es otra de las
duras enseñanzas de la vida.
necesitas , no necesitarlo , larga y sustanciosa entrada , espero que te hagas desahogado jeje.
ResponderEliminaryo tampoco prometo para no cumplir.
te espero en el blog
saludos.
Muchas gracias, Acsa!
EliminarSi creo que me he desahogado jajajja bueno al menos un poquito...
Ahora mismo voy ha echarle un vistazo a tu hermoso blog!
Un besoooooo gigante ;)
Di que sí. Al final se aprende más de los errores que de los triunfos. Y tenemos que encarar lo que de nos venga encima, porque cerrar los ojos no mitiga el dolor, sino que lo camufla. Y creo que camuflar eso es lo peor de todo, porque intentamos hacer como si no está ahí, cuando sí que está. Como dices, a los problemas, de frente, aunque nos duela la bofetada. Y después sólo queda intentar levantar cabeza. Poco a poco, pero con decisión.
ResponderEliminarMuy bonito y reflexivo, como siempre guapa.
Un besazo.
PD: muchiiiisimas gracias por el premio!! Me ha hecho muucha ilusión!!
Guapaa... creo que el parrafo de tu comentario a sido mucho mas bonito que mi entrada, de verdad muchas gracias!
EliminarMe encanta que me comentes y me leas pero mas me gusta cuando añades tu conclusión siempre mejorandola, siempre :)
Escribí esta entrada a las dos de la mañana de un miércoles que me costo ir medio zombi toda la mañana por el instituto y por mi casa, ni te imaginas el esfuerzo que hice en no dormirme en clase de biologia... aunque creo que merecio la pena, ya que es de esas entradas que cuando las terminas no quieres cambiarle nada.
Un beso super giganteeeeeeee