10. Heroína.

"Lo que te conté mientras te hacías la dormida"

Hacia frió por lo que decidimos volver. Ninguno de los dos dijimos nada en todo el trayecto. Dejo el coche enfrente de su casa y andamos lentamente hasta la mía.

- ¿No se te han pasado estas dos horas volando? – dice con el ceño fruncido – deberíamos volver a repetir…

- Realmente, Deeven, me ha encantado estar contigo pero una parte de mí que lleva hablándome todo el rato piensa que todo esto es solo una excusa para sacarme información sobre algo que no entiendo porque estas interesado – trago saliva – Así que quiero que me digas porque no paras de preguntar sobre Lisa a todo el mundo y entonces te diré todo lo que quieras saber, no quiero que pienses que soy tan idiota como para no darme cuenta que quieres salir dos o tres veces conmigo antes de que cojamos confianza y empiece a contarte todo lo que tú quieres saber – sigo mirándolo a los ojos – todos somos así de idiotas, tendemos a confiar en la primera persona que nos tiende la mano.

Se queda callado con sus bonitos ojos fijos en los míos. Son extraordinarios y cada vez me gustan más.

- Eso ha sonado como una chica celosa – se burla.

- ¿De todo lo que he dicho solo has entendido eso? – gruño.

- Supongo que como dicen, solo escuchamos lo que queremos escuchar.

Me quedo paralizara por el enfado; se está tomando todo esto como una broma…

Coge mi mano helada entre sus dos manos intentando calentarla y va subiendo sus dedos por mis brazos provocando escalofríos. Sus manos llegan a mis hombros y me empuja hacia él, abrazándome.

- No estoy interesado en Lisa – susurra en mi oído.

Me quedo allí, suspendida en el tiempo con sus brazos rodeándome y no puedo pensar en nada.  Descanso la cabeza en su hombro  un segundo antes de que se separe de mí unos milímetros y me bese en a boca.

Dudo dos segundos. Dos segundos en los que me arrastra contra la valla de mi vecina apodada “La cascarrabias” y me aplasta allí mientras me esparce miles de besos en mi cara. ¿Qué es lo que tiene? Pienso mientras cierro los ojos y le paso los brazos por el cuello y el pelo. Suspiro pesadamente intentando encontrar la respiración. Me encanta su pelo, su sonrisa, sus besos, su olor, sus manos en mí…  y me encanta que este susurrando mi nombre mientras siento todo eso.

-¿Esto significa que vamos a volver a quedar? – murmura en mis labios.

Le respondo acercándolo más a mí y él sonríe contra mi nariz mientras que sus manos bajan desde mis hombros hasta mis caderas y una vez allí aprieta todo mi cuerpo contra al suyo... como si fuera posible estar más cerca.

Y solo es cuando sus manos se meten debajo de mi blusa cuando me separo del bruscamente y con mi respiración agitada consigo decir.

- Estamos en la calle - tartamudeo.

Él se separa poniendo los ojos en blanco y se aleja de allí sin decir ni siquiera un maldito adiós... y aun así siento las sonrisa en su cara.